Cada semana el mundo recibe noticias de las actividades de PETA, Personas por el Trato Ético por los Animales, la más grande organización internacional que se dedica a proteger a los animales, pero pocas veces escuchamos el nombre de Ingrid Newkirk, la mujer que dirige esta organización y que es la mente creativa detrás de muchas de las campañas y protestas más impactantes que llegan hasta nuestros entornos.
Hasta su muerte será una forma de pelear por los animales. La activista ha pedido en su testamento, que, al morir, su piel sea convertida en objetos de marroquinería, los huesos de los pies convertidos en soportes de paraguas y su carne sea para Newkirk Nuggets.
Sus acciones y comentarios siempre son controvertidos, ganándose la antipatía de diversas personas, multinacionales y gobiernos incluidos, los cuales la acusan de extremista, incluso otros grupos a favor de los derechos de los animales, han cortado relación con su imagen.
En 1994, Newkirk logró que algunas top models lucharan con ella a través de una foto desnudas con el lema, “Primero desnudas antes que portar pieles”, en otras ocasiones las protestas la han llevado a detenciones policiacas. Incluso, en una ocasión entró a un restaurante donde se encontraba la ex editora de Vogue, Anna Wintour para poner un mapache muerto en su platillo.
Mientras la activista que da voz a los derechos de animales siga viva, seguirá causando controversia a través de su organización para llamar la atención de las empresas y celebridades que contribuyen al maltrato.
Si siguen vigentes los espectáculos de toros, circos, acuarios, matanzas de ballenas o de focas y otras actividades llenas de crueldad animal que sirven para entretener a unos cuantos humanos, Newkirk seguirá en lucha.
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