Azuma Makoto ha esculpido una espiral de 10 mil flores que desaparece poco a poco sobre la tierra. Pero ¿cómo lo hizo?
En un campo abierto en Saitama, Tokio, el artista japonés talló su marca personal para retratar el significado de lo efímero que es la vida botánica y, en general, de la naturaleza.
Con esta obra artística donde convergen la naturaleza y el arte, Makoto continúa con unas investigación sobre los ciclos de la vida. Desde un nacimiento hasta la muerte.
Durante su carrera ha representado las etapas de descomposición al crear una caja de flores y hojas, en la cual la vegetación se convirtió en una escena surrealista con colores vibrantes y toques florales llenos de vida.
La espiral de cuatro metros de diámetro tuvo una vida de solo dos meses (mayo y junio), tiempo durante el cual cambió de texturas, tonos y olores. La lenta muerte de las rosas, girasoles y violetas invitaron al espectador a reflexionar sobre el fin de las cosas.
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